martes, 21 de abril de 2020

Síndrome Burnout.


Índice
1.      Definición del Síndrome Burnout.
2.      Personas o colectivos que pueden sufrirlo.
3.      Factores: Analizar Síntomas y signos de alarma.
4.      Prevención

1.      Definición del Síndrome Burnout.
El Burnout laboral, también denominado síndrome del quemado o síndrome de quemarse en el trabajo, es un trastorno emocional de creación reciente que está vinculado con el ámbito laboral, el estrés causado.
El término "burnout" fue acuñado por primera vez en 1974 por Herbert Freudenberger, en su libro “Burnout: The High Cost of High Achievement” Por lo general, el trastorno es consecuencia de un estrés laboral crónico, y se caracteriza por un estado de agotamiento emocional, una actitud cínica o distante frente al trabajo (despersonalización), y una sensación de ineficacia y de no hacer adecuadamente las tareas. A ello se suma la pérdida de habilidades para la comunicación.

2.      Personas o colectivos que pueden sufrirlo.

El burnout se suele dar en profesionales que su trabajo implica una relación de contacto constante, directo y estrecho con los beneficiarios o receptores de su trabajo, es decir, en una empresa el estamento más en riesgo de burnout es el que están en contacto o en relación con el "cliente" (ya sea este, un paciente de un hospital, el que atiende al público en una empresa, etc.)
Los colectivos más sensibles a sufrir este síndrome son: docentes, personal sanitario, cuerpos de seguridad del estado, personas que trabajan en atención al cliente, trabajadores en tiendas varias, trabajadores sociales, etc.
En general, todas aquellas profesiones que implican una relación interpersonal directa y continuada en el tiempo con el "cliente". También se puede incluir el personal de administración y servicios de organizaciones o instituciones públicas y privadas".


3.      Factores: Analizar Síntomas y signos de alarma.


El Síndrome de Burnout se incluye entre los principales problemas de salud mental y en la antesala de muchas de las patologías psíquicas derivadas de un escaso control y de la carencia de una prevención primaria de este síndrome.

Entre los signos y síntomas más comunes de agotamiento se destacan:
 -La alienación de las actividades relacionadas con el trabajo: las personas que experimentan agotamiento ven sus trabajos como cada vez más estresantes y frustrantes. Pueden volverse cínicos sobre sus condiciones de trabajo y las personas con las que trabajan. También pueden distanciarse emocionalmente y comenzar a sentirse adormecidos por su trabajo.
-Síntomas físicos : el estrés crónico puede provocar síntomas físicos, como dolores de cabeza y de estómago o problemas intestinales.
Sentimiento de agotamiento, fracaso e impotencia.
·         Baja autoestima.
·         Poca realización personal.
·         Estado permanente de nerviosismo.
·         Dificultad para concentrarse.
·         Comportamientos agresivos.
·         Taquicardia.
·         Insomnio.
·         Bajo rendimiento.
·         Absentismo laboral.
·         Aburrimiento.
·         Impaciencia e irritabilidad.
·         Comunicación deficiente.
-Agotamiento emocional : el agotamiento causa que las personas se sientan agotadas, incapaces de hacer frente y cansadas. A menudo les falta energía para hacer su trabajo.
-Rendimiento reducido : el agotamiento afecta principalmente las tareas cotidianas en el trabajo, o en el hogar, cuando el trabajo principal de alguien consiste en cuidar a los miembros de la familia. Los individuos con agotamiento se sienten negativos sobre las tareas. Tienen dificultad para concentrarse y, a menudo, carecen de creatividad. 


4.      Prevención.


Realmente, todas grandes empresas tienen planes de prevención de riesgos laborales. Es ahí en donde se pueden incluir los programas de promoción de la salud, y de prevención del burnout, y mobbing. La relevancia que se le otorgue ya depende de la dinámica en los aspectos positivos de la mejora de los recursos humanos. Los sindicatos también tienen pueden tener un papel relevante en al prevención del burnout, organización del trabajo, detección de factores de riesgo, etc. La filosofía del trabajo decente, conciliación familiar, etc. son ejemplos que pueden reducir el desgaste psicológico en el trabajo..."
Los países que van a la cabeza en el tratamiento y prevención del síndrome del Burnout son los países del centro y norte de la UE.
España se encontraría entre los países que intentan tomar el tema en serio, pero aún queda mucho por hacer.

 Hábitos para prevenir el síndrome:

1. Equilibrar las funciones y actividades:
La sobrecarga constante de trabajo produce estrés y ansiedad. Se ha comprobado que una cierta ansiedad consecutiva a la sobrecarga de trabajo aumenta los rendimientos de las personas que se ven sometidas a ella, hasta llegar a lo contrario, produciendo el Síndrome de Burnout, dejando que la eficiencia y productividad disminuyen considerablemente.

2. Dale todo lo necesario para desempeñar su trabajo:
Asegúrate de que los empleados cuenten con las habilidades, conocimientos, equipo y material necesario para desempeñar sus funciones. Las empresas que buscan minimizar los costos en capacitación y desarrollo de personal, así como en las inversiones en equipo y material de trabajo tienen trabajadores frustrados,
desmotivados y “quemados”.

3. Evaluación continúa de estrés:
No todas las personas reaccionan de la misma manera al estrés y por lo tanto existen individuos más vulnerables, por ello es necesario realizar  una evaluación sobre los niveles de estrés que permitan detectar a aquellas personas que están en riesgo.

4. Programas de salud integral:
Los hábitos alimenticios y la actividad física son clave para la salud. Algunas empresas que cuentan con el servicio de comedor para los empleados han comenzado a tomar consciencia sobre el balance de los menús que se ofrecen, e incluso se contratan nutriólogos para asesorías. Asimismo, se pueden establecer
convenios con clubes deportivos o gimnasios para que sus empleados puedan hacer uso de las instalaciones a costos preferenciales.

5. Flexibilizar los turnos y horarios de trabajo:
En ciudades complejas, el .home office, evita el desgaste emocional y físico para los empleados tienen al recorrer grandes distancias. Sin embargo, para poder
instituir esta forma de trabajo resulta indispensable capacitar al empleado
y darle seguimiento a sus actividades con el propósito de asegurar un desempeño eficaz y eficiente como si estuviera en la oficina. Por lo general, esta modalidad se puede implementar en puestos administrativos en los que no sea indispensable la asistencia diaria del empleado. Otro tipo de puestos como los de servicio y atención directa no podrían incluirse en estos programas, pero no significa que sea imposible diseñar estrategias de trabajo en equipo que permitan la flexibilidad.

6. Programas de ayuda psicológica:
Estos programas ofrecen ayuda profesional gratuita o a costos preferenciales a los empleados y sus familiares directos cuando tienen problemas que les afectan en el ámbito personal o laboral.
Estos problemas pueden estar relacionados con aspectos legales, médicos, financieros, emocionales o psicológicos. El servicio que se ofrece es externo y se asegura a los empleados la confidencialidad absoluta por lo que este tipo de programas han ayudado a que los  problemas sean atendidos de forma inmediata, y las dudas y preocupaciones canalizadas oportuna y adecuadamente.
Debemos recordar que el capital más importante que tienen las organizaciones son sus empleados, y por lo tanto retener el talento, desarrollarlo y preservar su salud física y emocional, beneficia a las empresas y fortalece su compromiso y responsabilidad con la sociedad.

8. Se asertivo:
Es importante adoptar un estilo asertivo ante nuestros compañeros y superiores con el fin de que las relaciones laborales y el trabajo en sí no se vean deteriorado por los malos entendidos.

9. Pon límites:
También es fundamental no comprometernos a hacer cosas sobre las que realmente no nos sentimos capacitados o bien no consideramos que sea nuestro trabajo hacerlo.

10. Ajusta tus expectativas:
En lo que respecta a las expectativas e ideales estas no deben suprimirse, pero debemos saber ajustarlas. Es bueno que tengamos una meta a la que queramos llegar, un ideal de trabajo, pero también es importante plantearse si lo que tenemos no está mal. La expectativa laboral nos debe ayudar a crecer, no a decrecer profesionalmente.

11.  Renuévate:
Si te sientes estancado una buena opción es reciclarse y apuntarse a programas de formación para ampliar tus habilidades y perspectivas.

Actividades para la prevención:
·         Yoga: No siempre es fácil afrontar determinadas situaciones profesionales con tus compañeros o con clientes, algunas técnicas de relajación, como el yoga, pueden ayudarte a controlar ese estrés.

·         Dinámica de Habilidades Sociales: Realizar dinámicas en las que nos enseñan a realizar un buen uso de nuestras habilidades sociales nos ayudará a relacionarnos de una mejor forma en nuestro entorno laboral y esto aumentará nuestro bienestar.

·         Dinámica de resolución de conflictos: La realización de dinámicas en las que aprendemos a resolver posibles conflictos que puedan surgir con nuestros compañeros prevé el síndrome burnoit.

·         Dinámica de trabajo en equipo: Saber trabajar en equipo es muy importante para realizar bien nuestro trabajo y prevé conflictos con tus compañeros aumentado de esa forma tu bienestar en tu entorno laboral.

·         Realización de actividades que apasionen a los trabajadores para motivarles.










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